
Reorientar el rol de los mandos medios para crear valor en la organización
Por: Pedro Univaso
Basado en el trabajo de Lucio Lescano Duncan: “Reorientar el papel de los mandos medios para crear valor dentro de la organización: una propuesta económica, social y ética”. Revista Empresa y Humanismo, Universidad de Navarra
El valor organizacional desde una mirada integral
El trabajo de Lucio Lescano Duncan propone una relectura profunda del papel de los mandos medios en la empresa moderna. Su aporte parte de un modelo antropológico de la organización, que entiende la creación de valor no solo desde la eficiencia económica, sino también desde las dimensiones social y ética.
Según este enfoque, la misión del mando medio debe reorientarse hacia la generación de valor integral, que contemple simultáneamente el rendimiento económico, el desarrollo de las personas y la construcción de un sentido trascendente del trabajo.
Más allá de los resultados: el desarrollo del talento y el sentido
Lescano sostiene que centrar la gestión únicamente en los resultados económicos o en los aspectos sociales de la organización es insuficiente.
El verdadero desafío de los mandos medios está en conectar ambos niveles con el desarrollo del talento y los motivos trascendentes de sus colaboradores.
Esto significa aprender a orientar y motivar a las personas desde una comprensión más profunda de lo humano:
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Fomentar ambientes de trabajo atractivos y significativos.
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Desarrollar competencias distintivas que surgen del compromiso y no solo de la instrucción.
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Comprender que la motivación auténtica no se impone: se despierta desde el propósito compartido.
Los mandos medios como creadores de valor humano y del cliente
El estudio enfatiza que los mandos medios son actores estratégicos en la creación de valor para el cliente, al traducir la visión organizacional en acciones cotidianas coherentes. A través de una orientación amplia y consistente de los equipos, estos líderes intermedios promueven:
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Motivación genuina de los colaboradores.
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Desempeño sostenido, vinculado al compromiso y la satisfacción.
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Coherencia cultural, basada en la confianza y la unidad dentro de la organización.
El liderazgo intermedio, por tanto, se convierte en el nexo entre la estrategia y la persona, entre los fines de la empresa y las aspiraciones humanas de quienes la integran.
Relaciones sólidas y confianza como base del liderazgo
Para que el mando medio pueda cumplir esta función creadora, necesita relaciones sólidas con sus superiores, colegas y subordinados.
Estas relaciones son la fuente de la unidad organizacional, basada en la confianza y la identificación compartida.
Solo en este clima de integración es posible que el liderazgo intermedio aporte su máximo valor: traducir la dirección en acción, y la acción en sentido.
Preparación integral y liderazgo virtuoso
El artículo señala también que los mandos intermedios requieren una formación particular, orientada no solo a adquirir competencias técnicas o de gestión, sino también hábitos personales y virtudes prácticas que fortalezcan su carácter.
Esta preparación integral requiere del apoyo consciente de la alta dirección, que debe comprender la complejidad y centralidad del rol del mando medio en la creación de valor.
No basta con formar gerentes eficientes: se necesitan líderes virtuosos, capaces de integrar lo económico, lo social y lo ético en su forma de dirigir.
📍 Reflexión final
La propuesta de Lucio Lescano Duncan redefine el papel de los mandos medios como constructores de valor humano dentro de las organizaciones.
Su liderazgo no se mide solo por los resultados, sino por su capacidad de desarrollar personas, fortalecer vínculos y generar sentido.
Reorientar su función, en clave económica, social y ética, no es un lujo teórico: es una condición de sostenibilidad y coherencia empresarial en el siglo XXI.

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